La capa de ozono continúa sanándose, tras cuantena mundial
Su escudo protector se trata de una molécula inorgánica existente en una de las capas de la estratosfera terrestre. Esta es responsable de absorber los rayos UV del sol, perjudiciales tanto para humanos como para el planeta.
Son buenas noticias, ya que esto indica que estamos protegidos y que, además, hemos conseguido revertir algo del daño que nosotros mismos causamos.
El proceso de recuperación de la capa de ozono
El ozono llegó a disminuir a un nivel preocupante. Por ello, se creó el “Protocolo de Montreal”, un acuerdo de 1987 en el que países de todo el mundo propusieron medidas como detener las sustancias que agotan el ozono.
El autor del estudio reciente, Antara Banerjee, es miembro visitante de CIRES, en la Universidad de Colorado Boulder y trabaja en la División de Ciencias Químicas de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica.
En un comunicado, quiso decir que:
“Este estudio se suma a la creciente evidencia que muestra la profunda efectividad del Protocolo de Montreal. El tratado no solo ha estimulado la curación de la capa de ozono, sino que también está impulsando cambios recientes en los patrones de circulación de aire del hemisferio sur.”
Además, agregó:
“El desafío en este estudio fue probar nuestra hipótesis de que la recuperación de ozono de hecho está impulsando estos cambios en la circulación atmosférica y no es solo una coincidencia.”
Aunque las emisiones de CO2 aumentaron, también la corriente en chorro, los cambios en el ozono pueden causar cambios en la circulación.
Según John Fyfe, científico que trabaja en la Envirinment and Climate Change Canada, coautor del artículo, también quiso decir que:
“Identificar la pausa impulsada por el ozono en las tendencias de circulación en observaciones del mundo real confirma, por primera vez, lo que la comunidad científica del ozono tiene largamente predicho por la teoría.”
Si la tendencia continuara sin cambios, el ozono sobre el hemisferio norte podría recuperarse a mediados de la década de 2030.
No obstante, a pesar de estos efectos positivos sobre la capa de ozono, los científicos aún desconfían de que las emisiones de dióxido de carbono y el cambio climático podrían terminar deshaciendo todo el trabajo
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